Zukowski, analista reconocido en el ámbito de los videojuegos, explicó que muchos jugadores actúan más como coleccionistas que como consumidores racionales. La dinámica de compra, según él, está motivada por el simple acto de adquirir títulos, más que por la intención de disfrutarlos en profundidad. La colección, en esencia, se vuelve más importante que el uso real de los juegos.

Este comportamiento, asegura el experto, se ha visto acentuado por las frecuentes promociones y descuentos de temporada que ofrece Steam. La plataforma, en busca de atraer a más usuarios y aumentar las ventas, lanza ofertas irresistibles que animan a los jugadores a llenar sus bibliotecas sin necesariamente tener la intención de jugar todos esos títulos en el corto plazo.

La tendencia a acumular videojuegos sin jugar, afirma Zukowski, refleja un cambio en la forma en que muchos ven su biblioteca digital: como un símbolo de estatus o simplemente como una colección personal. La experiencia de tener una gran cantidad de juegos se ha convertido en un objetivo en sí mismo, más allá del disfrute activo.

¿Y tú qué opinas? ¿Te has encontrado alguna vez comprando juegos que luego nunca has llegado a jugar? Este fenómeno no solo se limita a Steam, sino que se ha convertido en una dinámica general en la era digital de los videojuegos.

En definitiva, la biblioteca de Steam, más que una lista de juegos, es una colección que refleja las preferencias, impulsos y, en algunos casos, las compras impulsivas de los jugadores. La pregunta sigue en el aire: ¿estamos comprando para jugar, o simplemente por tener?